Ingredientes:
- 1 taza de harina de trigo (puede ser mitad de trigo y mitad de garbanzo para que queden más crocantes).
- 3/4 de taza de agua mineral o cerveza.
- 1/2 cucharadita de pimienta negra.
- 1/2 cucharadita de sal.
- 600 gramos de verduras (brócoli, coliflor, calabacín, zanahoria, cebolla en aros, champiñón o las que más te gusten).
- 1/2 taza de aceite vegetal (puede ser de coco, aguacate o algún otro).
Procedimiento:
Corta los vegetales en trozos pequeños para que los puedas manejar. En un tazón vierte la harina, la sal y la pimienta, mezcla bien y agrega el agua mineral. Nuevamente mezcla hasta que quede todo bien incorporado, la masa debe ser líquida pero algo espesa (como la de unos hot cakes). Si sientes que está muy líquida agrega un poco más de harina, si crees que está muy espesa agrega un poco más de agua mineral.
En un sartén mediano o pequeño deposita el aceite y calienta a fuego medio. Sumerge algunas verduras en la masa del tazón procurando que queden bien cubiertas por todas partes.
Una vez que esté bien caliente el aceite (tarda 3 minutos aproximadamente; puedes probar si está suficientemente caliente vertiendo con cuidado una gota de la masa en el sartén) deposita con cuidado los trozos de verduras cubiertas de masa en el sartén, puedes usar un tenedor o unas tenazas para esto. Voltea los trozos de verduras y procura que se frían por todos lados. Ya que estén bien fritos y la masa tenga un color dorado, sácalas con cuidado escurriendo el exceso de aceite unos segundos sobre el sartén y después deposítalas en un tazón con toallas de papel para que absorban el aceite restante.
Déjalas enfriar un poco y si deseas agrega un poco de salsa picante. ¡A disfrutar!
Nota: el agua mineral es una excelente opción para remplazar el huevo.